
Del salón en el ángulo oscuro,
de su dueña tal vez olvidada,
silenciosa y cubierta de polvo,
veíase el arpa.
¡Cuánta nota dormía en sus cuerdas,
como el pájaro duerme en las ramas,
esperando la mano de nieve
que sabe arrancarlas!
¡Ay!, pensé; ¡cuántas veces el genio
así duerme en el fondo del alma,
y una voz como Lázaro espera
que le diga «Levántate y anda»!
Encontré necesario citar esta rima del célebre romántico Gustavo Adolfo Bécquer. Tuve prueba en colegio de algunas de sus rimas y leyendas en segundo medio, pero no me di el tiempo de leerlas realmente. Me bastaba con leerlas y analizarlas escuetamente, porque la verdad, la mayoría de esas lecturas se hacen por la nota, no por el bello ejercicio y acción que implica el "Leer".
Suelo recordar diversas situaciones en los momentos mas curiosos, llegando incluso a tener conflictos conmigo mismo (los que me conocen saben a lo que voy). Mi punto es que leyendo rimas de G.A.B., me llamóla atención esta rima en particular. La leí detenidamente, la disfruté. Traté de entender qué significaba realmente, qué quiso decir el autor al escribirla...y por qué me había llamado tanto la atención. Fue entonces que recordé que, hacía tiempo vi llorar a mi abuela materna, dicho sea de paso, primera y única vez. Estaba leyendo justamente esta rima y me contó el trasfodo que esta tenía.
Cuantas noches pasó con mi abuelo leyendo libros, rimas, dedicándose la vida el uno al otro. Él solía recitarle esta rima, si no me equivoco, casi todas las noches. Entonces al leerla, ella lloró. Si no se han dado cuenta, o son incapaces de inferir, mi abuelo falleció hace años. Con este acto me di cuenta de muchísimas cosas, entre otras, el real significado de esta poesía, o por lo menos, la connotación que yo le otorgo.
En todos nosotros yace algo, un sentimiento o un recuerdo.Está presente siempre, desde que sucede, hasta que fallecemos. Pero no grita, no se desespera, sólo está ahí, silenciosa y cubierta de polvo. Cuánta nota dormía en sus cuerdas...cuánto significado guardaba aquel recuerdo. Con un sentimiento recordamos una cierta situación, y viceversa. Y ésta sólo espera la mano de nieve que sabe arrancarlas, aquel gatillo que volverá a la vida profundísimos sentimientos. Y esto me llevó a la conclusión, que día a día, segundo a segundo, vamos desenpolvando y a la vez, guardando recuerdos. Somos seres de costumbre, y como tales necesitamos vivir de algo, estos siendo nuestra última y máxima costumbre, los recuerdos. No hay que forzar momentos especiales, porque estos se dan cuando menos los esperamos, y ya verán que lo que los hace pasar el día a día, ahora, en algún momento los va a hacer sonreír y les va a ayudar a sobrevivir el paso del tiempo. No esperemos que alguien o algo nos diga "Levántate y anda!", busquemos un motivo para levantarnos y andar por nosotros mismos. After all, is not only me who's saying this, Buddha once said: "No one saves us but ourselves". Y es verdad, nadie lo hace.
YeEss