jueves, 31 de mayo de 2007

En búsqueda del "Perfecto equilibrio"

El mundo en tus manos.
Después de haber visto una significante cantidad de películas, haber leído cuentos y novelas y haber escuchado muchas canciones, me he dado cuenta que muchas personas buscan la perfección para así ser felices. Esta perfección estaría determinada en muchos casos por la igualdad, tema en el cual quiero enfatizar en esta entrada.


Las sociedades perfectas ilustradas en variadas obras, son sociedades totalitarias, mundo con libertades sin fin e incluso uno en el que las personas no tienen sino buenas intenciones y aprecio por el resto, pero seamos realistas, somos humanos, y los humanos no somos perfectos. Una sociedad perfecta es, y vuelvo a repetir, es, una utopía. Vamos paso por paso con los ejemplos recién citados:




  1. Sociedad totalitaria: En este mundo se busca la igualdad, todo para todos, pero lo mismo. He ahí el error, el ser humano es único, hay de todo, por lo que al imponerle un absoluto, pierde su derecho natural de libertad y junto con esto, su felicidad.


  2. Libertades ilimitadas: El ser humano es un ser competitivo, debemos luchar para vivir, supervivencia del más fuerte, del más apto. Al momento de dejarlo todo en libertad, sin una mínima norma de control supervisada por algo o alguien, cada uno se preocupa sólo por el bienestar de uno mismo y de los queridos, pasando a llevar al resto. Nuestra libertad termina cuando empieza la de los demás. En el fondo somos todos iguales.


  3. La verdad es que no vale la pena ahondar en este punto, ya que toda persona que tiene la mínima capacidad de acceder a un blog, tiene más que claro que las personas no son, y tampoco serán así.


En mi opinión se debe buscar igualdad, pero no extrema. Igualdad de oportunidades, que todos recibamos las mismas herramientas, para que luego cada uno trabaje como quiera con las suyas forjando así un destino de vida único donde nadie más que uno mismo decide qué hacer y qué no hacer. Es que no se puede exigir algo perfecto de un ser que no lo es. Porque para nosotros siempre el pasto del vecino es más verde, no importa cuantas veces lo arregles o cambies, lamentablemente un problema de mentalidad. Siempre va a haber algo que envidiar, ya sea un bien material, un momento, familia o incluso, y más que nada, una sonrisa. Cada uno es dueño de su destino, pero se deben tener varias cosas en consideración. Somos seres limitados por naturaleza, por lo tanto, conoce tus límites y explótalos, para finalmente encontrar tu perfecto equilibrio y obtener esa tan preciada lección de vida. Para poder vivir, hay que saber sufrir y sonreír.




Termino con citar un extracto del guión de la película Enemy at the gates de Jean-Jaques Anneau.


"Man will always be man. There is no new man. We tried so hard to create a society that was equal, where there'd be nothingto envy your neighbor. But there's always something to envy. A smile...a friendship. Something you don't have and want to appropriate. In this world, even a Soviet one, there will always be rich and poor. Rich in gifts...poor in gifts. Rich in love...poor in love."

1 comentario:

Benjamin Leiva dijo...

Entonces, ¿Cual es el verdadero camino a la felicidad? ¿Vale la pena luchar por algo que se sabe que es inalcanzable, como la igualdad? ¿Es la igualdad el homónimo de felicidad? Esa respuesta es propia de cada persona, pero siempre se puede encontrar felicidad en pequeñas cosas , no siempre en concepto globales como una "sociedad igual" sino que por ejemplo: en una taza de café. Una necesidad satisfecha.